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OTRA ORDEN DE DESALOJO FUERA DE LA LEY

Amenaza de desalojo a familia del barrio Tajamar que hace 23 años compró y habita un terreno 

Después de más de 20 años de vivir en un terreno que compró y en el que con gran esfuerzo construyó su casa en el barrio Tajamar, de la chacra 41, Zulema Alves de Oliveira recibió una orden de desalojo del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial 5, a cargo del juez Fernando Escalante, para que entregue el terreno a la Asociación Argentina de la Misión de los Adventistas del Séptimo Día.
La mujer de 57 años, actualmente con severos  problemas de columna, compró ese lote con una vivienda precaria a Susana Lechocky, quien al principio, en el año 1991, le permitió vivir en el lugar, y antes de morir en el 2004, concretaron la venta. Lo prueba la documentación que posee Zulema, los servicios que paga de energía eléctrica y agua potable con las facturas a su nombre, y además, al recibir las primeras amenazas de parte de unos pastores de la iglesia, se empadronó en el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) amparándose en la Ley Provincial de Suspensión de Desalojos, prorrogada este año en la Cámara de Diputados.

«No queremos más desalojos ilegales»
Preocupada por la situación y sorprendida por la orden del Juzgado Civil de entregar el terreno con su casa con fecha de 21 de diciembre, Zulema Alves se contactó con el Bloque de Diputados del Partido Agrario y Social, buscando asesoramiento que le permita una solución.
«Esta vecina del barrio Tajamar se acercó a nuestra oficina, con la angustia que genera la incertidumbre de las amenazas, aún cuando tiene todos los papeles. Ella compró su terreno hace 23 años, construyó su casa, crió a sus hijos, en fin, hizo su vida ahí, inclusive pudo armar dos habitaciones con baños que alquila y ese es su ingreso mensual para vivir, porque debido a su problema en la columna, ya casi no puede trabajar.
Las amenazas de desalojo provienen de una iglesia evangélica; pero ella cuenta con documentación que comprueba su compra y posesión e incluso su registro en el Iprodha como marca la ley provincial 
Así que la abogada de nuestro equipo está interiorizándose en el tema; y la estamos  acompañando con gestiones porque no queremos más desalojos ilegales en nuestra provincia» señaló el diputado Martín Sereno.

«Me ordenan que entregue mi casa que construí con sacrificio»
«Vivo en el barrio Tajamar desde el año 1991, anteriormente cuidaba ese terreno por pedido de una señora, Susana (Lechocky) que vivía en Alem y era muy amiga de mi papá. Ella compró esa propiedad, y como yo alquilaba cerca, me permitió vivir ahí así le cuidaba la casa para evitar intrusos. Al principio sólo había una pieza de madera, no tenía baño, sólo una letrina afuera. Con ayuda de mi papá, construimos y mejoramos la casita donde vivía con mi hijo de 5 años, en ese momento», relata esta mujer con tristeza en la mirada. Después de trabajar durante muchos años en casas de familia, y en el Hotel Continental, tuvo un accidente y por eso padece una dolencia en la columna. Con el tiempo, y producto de su esfuerzo, y el de su hijo ya adulto que también trabajaba, logró construir dos departamentos pequeños y de esos alquileres vive actualmente. «Cuando falleció la señora aparecieron en mi casa dos personas que se presentaron como pastores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, diciendo que me tenía que ir porque la casa no era mía. Me negué porque yo compré el terreno y tengo la boleta de compra con fecha de marzo de 1996, y ellos que no mostraron ningún papel. Se fueron, y años después me demandaron y en el 2013 se inició el juicio», explica Zulema.

«Tengo todos los papeles que me avalan»

Ante la desesperación, ella se contactó con un abogado que le recomendó escriturar el terreno, pero poco después se enfermó y ya no pudo seguir y en el estudio le devolvieron sus papeles. «Estoy muy preocupada, porque si me sacan de ahí no tengo adonde ir, además por mi dolencia en la columna no puedo hacer esfuerzos, conmigo vive un sobrino que está estudiando y está a mi cargo. Es muy injusto que después de tantos años me quieran desalojar de mi casa porque yo la compré y pago los servicios y los impuestos. Espero que el juez sea humanitario y entienda», reclama Zulema con aflicción.
El legislador recordó que «sancionamos en octubre la prórroga por un año de la Ley XII – N°28, y Zulema se inscribió en noviembre. Todos los años la prorrogamos en octubre. Esta vez cerraba en mayo, pero no hubo inscripción desde ese mes a noviembre, y cuando se abrió nuevamente el empadronamiento ella se inscribió», afirmó Sereno.  

Apelar la sentencia y resistir el desalojo
Desde la Iglesia Adventista aducen que Susana Lechocky -supuestamente- les donó el terreno en 1988. Esto implica que la posesión se encuentra a la muerte de la donante, porque hasta ese momento seguía usufructuando la titular y recién adquiere validez una vez que fallece. Los pastores alegan que una vez que la señora falleció, ellos deciden tomar posesión del inmueble.
Actualmente se está analizando el caso para apelar la sentencia de reivindicación, por el que se le ordena a Zulema Alves que entregue el terreno a la iglesia. Mientras, espera que no se cumpla la orden y el juez haga lugar a la documentación que prueba que ella le compró a la propietaria original, adjuntó sus estudios médicos y además cuenta con la inscripción en el Iprodha, de acuerdo a lo que especifica la Ley de Suspensión y Sentencia de Desalojos.

FUENTE: PRENSA PAYS