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MARÍA OVANDO REGRESÓ A SU CASA

“Voy a ver a Roque y a toda mi familia” fue una de sus primeras expresiones ya fuera de la cárcel. Así resumió sus preocupaciones respecto a la situación en que quedó su familia tras su arbitrario encarcelamiento.

El 28 de octubre María Ovando recibió la condena a 20 años de prisión; acusada de no haber impedido el abuso sexual hacia una de sus hijas y una de sus nietas.

La defensa y numerosas organizaciones que la acompañaron consideran que la causa es un armado judicial en su contra. El juez Jiménez ordenó la libertad de Ovando en el marco de un recurso de Hábeas Corpus presentado a su favor por Nora Cortiñas.

El recurso reclamaba que se cumpla el derecho de María Ovando de aguardar el resultado de una sentencia definitiva en las mismas condiciones en las que llegó hasta el juicio oral.

Es que María llegó a la instancia oral en libertad; con una intachable conducta procesal a lo largo de más de cinco años de proceso judicial.

Asimismo, el juez Jiménez valoró la situación de vulnerabilidad en que quedaron los hijos que María Ovando tenía a cargo al momento de su detención. Se trata de un menor de edad y de un adulto con problemas de salud crónicos.

También evaluó el estado de salud de Ovando, quien padece un cuadro de diabetes e hipertensión que se le agravaron en prisión.

Las defensas apelaron la sentencia por la cual Ovando fue condenada a prisión junto a Marcos Iván Laurindo y Lucas Sebastián Ferreira. Le tocará al Superior Tribunal de Justicia de la provincia expedirse por la confirmación o la revocación de la condena.

FUENTE: EQUIPO MISIONERO DE DDHH, JUSTICIA Y GÉNERO