ERNESTO LÓPEZ, LA JOVEN PROMESA DEL CINE ARGENTINO
Se instaló en Remedios de Escalada, Lanús, hace poco más de un año. Llegó desde Misiones para estudiar Audiovisión en la Universidad Nacional de Lanús. «Aprobé el examen de ingreso, me gustó el gran campus y la Universidad y conocí gente afin con la que fundamos Vudú Cine Guerrilla», cuenta Ernesto.
Pero este año nos toca vivir una circunstancia impensada, que obliga a toda la humanidad al encierro y cambios de hábitos. Sin embargo, la cuarentena obligada no es un problema para Ernesto, que se las ingenió para crear y realizar una trilogía de cortometrajes en aislamiento.
«Son 3 cortometrajes, Barton, Miguel y Venus Anatómica», explica Ernesto. «Todos tienen un nexo, desarrollan historias que de algún modo tienen que ver con la pandemia de coronavirus. El primero está filmado de forma totalmente vertical. El protagonista tiene una enfermedad mental muy avanzada que al verse en el encierro se agrava hasta llegar a nivel de locura extrema. En el segundo cortometraje el protagonista pasó toda la vida a merced de un psiquiatra que lo maltrata y lo esclaviza. La cuarentena y la distancia es una excusa y una ayuda para que pueda rebelarse. Venus Anatómica es el de mayor producción y el más logrado. El coronavirus mata a la novia del protagonista que inicia un ritual vudú para poder revivirla.»
Agrega que «los 3 pertenecen al género gore y bizarro, pero van en forma decreciente. Barton es el que tiene más gore y más violencia, Miguel tiene un nivel intermedio, más relacionado a lo psicológico, mientras que Venus es el menos gore, es directamente romántico».
Lo curioso es el modo en que se pudo desarrollar la realización y el rodaje en un contexto de aislamiento obligatorio. Ernesto explica: «El primero fue totalmente casero, filmado con el celular junto a mi padre, Norberto López, que actuó. El segundo lo filmamos con Vic Cicuta con cámara y videollamada, y el tercero fue filmado en 3 locaciones, en Remedios de Escalada, en Devoto y en Laferrere por videollamada, cámara y celular.»
Llama la atención también el hecho de que haya podido convocar a los actores y dirigir las actuaciones a distancia. «Todos los actores son amigos, forman parte del circuito underground del cine independiente del gran Buenos Aires. Convocarlos es mandarles un wsp con el guión, me hacen una devolución y en base a eso vamos moldeando los personajes. Se filma, se edita y se termina el proyecto.»
Y sorprende la velocidad de realización, especialmente en propuestas más complejas como la del tercer cortometraje. «Venus se filmó en 3 días y se editó en uno. Fueron jornadas muy intensas, trabajando con el material que me enviaban desde las distintas localidades.»
EL GUSTO POR EL GORE
Para explicar la profusión de sangre y violencia en el tipo de cine que hace, Ernesto dice que «la ficción es un camino para hablar de la realidad. El gore es para shockear al espectador, y después para divertir. Una vez estaba trabajando en un proyecto profesional en Hudson como asistente del asistente de dirección y el director de fotografía, un tipo que trabaja en el cine profesional me dijo que vio El Depurador, que le impactó y le gustó muchísimo, pero que nunca había visto un documental gore. Eso es básicamente, buscar el impacto y lo diferente, un cine que la gente no está acostumbrada a ver en Argentina. No me gusta tanto el gore serio, de terror, sino un gore más alegre, descontracturado».
PODÉS VER ACÁ LOS 3 CORTOS EN CUARENTENA
Este es el afiche del tercer cortometraje, realizado por Héctor Cañas
CINÉFILO PRECOZ
Todavía no cumplió los 20 y hace poco está en Buenos Aires. Ya estrenó en sala su primer cortometraje y sorprende el vínculo con actores y realizadores que responden tan rápidamente a su convocatoria. Entonces se supone que la avidez por el cine viene desde muy pequeño. Cuenta Ernesto que a los 12 años, «la primera película que me marcó fue Scarface, protagonizada por Al Pacino y dirigida por Brian De Palma. Lo que me impactó es que aparecía Fidel Castro al principio y yo pensé que lo habían contratado para hacer la película. Entonces pensé, qué loco, yo quiero hacer esto. Ver las imágenes de archivo, el desembarco de los Marielitos y la mezcla con la actuación de Al Pacino me impactó. Por eso quise hacer cine.»
Sobre cómo hizo para vincularse al mundo del cine cuenta que «desde los 12 años asisto al festival Buenos Aires Rojo Sangre. Ahí me hice amigo de mucha gente. Todos me decían cuándo vas a empezar a filmar, especialmente el que me impulsó fue mi amigo Vic Cicuta. Siempre le mandaba ideas y guiones y me decía, tenés que filmar. En Misiones no encontré nada ni nadie que me motivara a filmar. Entonces cuando vine a Buenos Aires encontré un grupo de personas que le interesaba el mismo cine que a mí. Así filmamos El Depurador con un grupo de gente que siempre se presenta en el Bars. Son grandes actores que incursionaron más allá del under. Paul Divano es cantante de Velocidad 22, trabajó en películas del INCAA, en la serie de I-Sat Kryptonita dirigida por Nicanor Loreti igual que Vic Cicuta. Tuvieron sus incursiones por el cine mainstream».
En estos días en medio de la cuarentena se subieron a la web contenidos de la revista Cine Fantástico y Bizarro que ya no se publica más. Ernesto escribió regularmente en esa publicación durante varios años. «Escribí desde los 13 hasta los 16 o 17 años. Hice entrevistas a varios directores, reseñas de películas, varias cosas. Escribí una reseña sobre The Shield cuando tenía 14. También entrevisté al alemán Uwe Boll que está considerado el peor director de la historia compitiéndole a Ed Wood. Siempre me interesó ese costado más marginal del cine. Lo agregué a Facebook, le pregunté en inglés si le interesaba la entrevista y me dijo que sí. Fue un gran encuentro.»
Ante la sorpresa por hechos tan fuera de lo común, un chico de 14 años, desde Misiones, entrevistando a un director alemán para una revista de Buenos Aires, Ernesto dice «para mí es absolutamente normal. Mi vida siempre fue así. No lo veo como un gran evento sino como una cosa más.»
Inquieto, ya está planeando sus próximos pasos. «Espero filmar mi primer largometraje antes de cumplir los 21. En el cine undergraund las posibilidades son infinitas. Hay que tener ingenio, inteligencia, y con poca plata se puede hacer mucho. Tengo en mente filmar con vecinos del barrio, más vinculado al cine político, muy relacionado con El Odio, la película de Mathieu Kassovitz», adelanta.
EL DEPURADOR
Acerca de su ópera prima cuenta que «El Depurador fue mi primer proyecto como director y también el estreno de la productora. Se llama Vudú porque siempre nos gustó la imaginería del vudú, de lo ritual, las calaveras, los muñecos, controlar a la gente, la magia negra. Más allá de que no creamos en esas pelotudeces. Guerrilla es una forma de hacer cine. Emplear las tácticas de la guerra de guerrillas para hacer cine. Sin permiso, sin plata, con lo que se tiene, con lo que se puede, y sin deberle nada a nadie».
Sobre cómo nació la idea, relata que «habíamos conformado la productora y vimos que rodeando la Universidad había varios graffittis que decían ‘el depurador vive’. Entonces con Micaela Avalos empezamos a cranear la historia, escribí el guión y decidimos hacerlo. En contraposición con muchos que se quedan esperando la perfección para sus proyectos y nunca los hace, nosotros lo hicimos. Fue una buena experiencia de rodaje y un gran aprendizaje para todos los integrantes porque fue nuestra primera vez. Lo presentamos en Pulmón, un ciclo de cine independiente en el teatro El Desguace, en mayo. Fue un gran éxito, gustó mucho, hubo muchos aplausos, risas, eso fue muy importante. El depurador es una parodia al desempleo durante la era Macri. Un tipo con una mentalidad muy jodida, muy alienado, empezó en los 90 con la crisis a filmar videos snuff que son videos con muertes reales. En la era Macri con la crisis otra vez, el tipo que podría ser cualquier cabeza de tacho que conozcamos, se puso a matar de nuevo. De hecho hay varias referencias a Macri y a Menem.»
Ernesto se muestra muy agradecido con todas las personas que hicieron posibles todas sus realizaciones. Menciona al músico Gustavo Roberto Mateo, que generosamente cedió gran parte de la música en los cortos. También a Adela Sagna, responsable de los efectos especiales y de haberlo impulsado a estudiar en la UNLA.
PODÉS VER EL DEPURADOR ACÁ
Este es el afiche del cortometraje realizado por Nayhara Alfonso
Ernesto López es Joe Baxter. «Es por el guerrillero argentino de los ’50 y ’60 que tuvo una vida tan azarosa, que pasó de ser fundador del Movimiento Tacuara en su adolescencia a pelear con el Vietcong en Vietnam. Más allá de no compartir su ideología me llamó la atención su vida aventurera y la particularidad de su nombre para ser argentino. Por otra parte siempre me gustó el apelido Baxter por la película «Por un puñado de dólares» de Sergio Leone donde se enfrentan 2 bandos y uno de ellos es de los Baxter».
PODÉS VER LA ENTREVISTA COMPLETA, REALIZADA EN UN VIVO DE INSTAGRAM EL VIERNES 22 DE MAYO, EN LA CUARTA FASE DE LA CUARENTENA.
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