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CONTRA EL ATAQUE AL BARRIO PATOTÍ

Más de 30 familias viven desde hace más de 50 años en un sector de la chacra 43 de Posadas. Se la conoce popularmente como Barrio Patotí. El sector está ubicado entre las avenidas Urquiza y Lavalle. Son tres y cuatro generaciones -bisabuelas, abuelas, madres, hijos, nietos y bisnietos- que luchan hace años por el reconocimiento del derecho a la tierra y la vivienda.


A pesar de contar con documentación que prueba el tiempo que habitan esas parcelas, pende sobre las familias la amenaza de desalojo. Aún cuando están registradas en el IPRODHA, según la vigente Ley Provincial de Suspensión de Ejecuciones de Desalojos. Y además fueron relevadas por el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (Renabap).

A la incertidumbre se sumó el atropello perpetrado por un grupo de hombres que ingresaron al barrio en una camioneta el martes a la madrugada; forzaron el candado del merendero y del vivero del barrio, y en pocos minutos provocaron innumerables destrozos.

Merendero destruído e impunidad policial

Ante semejante violencia, se acercaron algunos vecinos, y se toparon con un hombre -identificado como Oscar Jara- que manifestó a los gritos ser el dueño de ese lugar, y amenazó con que iba a «quemar los ranchos» de las  familias del barrio Patotí.

«Ese agresor actuó con absoluta violencia e impunidad. Es como si tuviera protección porque hicimos la denuncia en la Comisaría Decimosexta, y ni siquiera fue detenido. La actitud policial cómplice quedó probada cuando don Jorge Franco, que cuida el merendero -y vive en el barrio hace 48 años- realizó la denuncia. Uno de los oficiales le advirtió a Franco que podría ir preso por ´ser intruso` en esas tierras”, se indignaron los vecinos.

Agregaron que no es la primera vez que Jara ejerce violencia alegando ser el dueño; pero sin presentar documentos que lo avalen. «Creemos que actúa con impunidad porque hay gente de la justicia y abogados interesados en despojarnos de las tierras donde nacimos y crecimos; para impulsar negocios inmobiliarios», remarcaron los vecinos.

«Al merendero que quedó destrozado concurren 40 niños y niñas. Desde que vieron los destrozos están muy asustados», relató Miriam Benítez. Destacó que además de la denuncia policial, los y las vecinas tramitan una presentación judicial contra el violento ataque y los daños provocados.

«Debemos garantizar el derecho a la tierra»

El diputado Martín Sereno, de Tierra, Techo y Trabajo, repudió el jueves en el recinto el atropello en el barrio. Obtuvo tratamiento preferencial de un Proyecto de Ley que se presentó en 2019 para declarar de utilidad pública y sujetos a compraventa y/o expropiación los inmuebles de la chacra 43; solicitando la suspensión a partir de la sanción de Ley, del desalojo ordenado sobre los parcelas mencionadas e identificadas en los artículos de la futura norma.


«Hace dos años cuando presentamos esta iniciativa no se trató. Decidimos retomarla ahora y que sea tratada en conjunto con la iniciativa de la bancada oficialista. Porque continúan los hostigamientos hacia las familias y las amenazas de desalojo; a pesar de que son habitantes históricos con más de 50 años en el lugar», expresó el legislador.

Un testimonio de angustia resonó en el recinto

Sereno hizo hincapié en el atropello de parte de un presunto propietario. Junto a una patota destrozó la producción de plantas aromáticas y medicinales del Movimiento Evita. Junto a vecinas y vecinos se organizó como un proyecto laboral colectivo. «Rompieron la estructura del merendero que funciona en el barrio con muchas necesidades de aportes alimentarios y nutricionales», señaló.

El diputado insistió con la urgencia de tratar el Proyecto de Ley para que desde el Estado se encuentre una solución definitiva. Hizo escuchar en el recinto el angustiado testimonio de la responsable del merendero que hace tres años brinda alimentos a niños y niñas. 

«Estamos muy tristes y con dolor en el alma por la destrucción del merendero y del vivero que es nuestra fuente de trabajo. Nos sentimos violentados por el daño contra los adultos y los chicos que quedaron sin su espacio de merienda», fue parte del relato de la mujer.

Sereno pidió que se utilicen los mecanismos vigentes de mediación con el Iprodha; entre otros generados en el ámbito legislativo sobre el tema tierras para que más de 30 familias pioneras del barrio Patotí puedan vivir tranquilas.

«Como representantes del pueblo es prioritario que busquemos herramientas para garantizar el derecho a viviendas dignas y sin sobresaltos legales», exhortó el diputado de TTT.

FUENTE: PRENSA TTT