NO QUIEREN SEGUIR ENGANCHADOS
En el barrio Obrero de San Vicente, más de 100 de familias reclaman que les regularicen su conexión a la red eléctrica. Este fin de semana, el diputado del Frente Popular Agrario y Social, Martín Sereno, participó de una recorrida por el barrio, consultando a las familias sobre la problemática que les preocupa. Lo acompañaron el vicepresidente de la comisión barrial, Zacarías Dos Santos, y el vocal, José De Lima.
«Los vecinos y vecinas desde hace más de un año acordaron con la empresa de Energía Misiones el tendido de línea y la conexión regular. El barrio está incluido en el Registro Nacional de Barrios Populares. Hicieron hasta los pozos para la colocación de los postes y pasó tanto tiempo que se taparon.
Pero todos están con los pilares listos y sólo falta la colocación de algunos y 500 metros de cable. Ese faltante genera que gran parte del barrio se encuentre excluido de este derecho, con las consecuencias de mal servicio, electrodomésticos quemados y falta de agua. Hasta sufrieron la tragedia de que se incendiara una casa por el calentamiento de los cables», enfatizó el legislador.
Agregó que habló con el intendente de San Vicente, Fabián Rodríguez (PAyS), hizo gestiones con la empresa y ya presentó un proyecto en la Cámara de Diputados, porque «la solución es urgente y necesaria, y confiamos en que llegue pronto», expresó.
De 157 familias, la mayoría carece de energía
«Hace un tiempo que estamos peleando por la luz y hasta ahora logramos muy poco, faltan cables, postes, y esperamos una solución para evitar los cables enganchados con el peligro que significa. Además, al no haber luz, tampoco hay agua. En el barrio viven 157 familias, y más de 100 están sin luz. No es mucho lo que falta, calculamos que se necesitan 13 postes en total, y entre 500 y 600 metros de cable», explicaron los integrantes de la comisión vecinal.
José De Lima subrayó que hace tres días se quemó la casa de una vecina, y sospechan que fue por el cableado deficiente. Porque todavía ese sector está enganchado con cables muy finos. «Son muchas las familias que están esperando que lleguen los postes. Y otras que ya tienen preparados y sólo esperan la instalación de las líneas».
Agregó que la empresa EMSA colocó a una tanda de familias hace un año y prometieron que iban a poner al resto. «Pero nunca más volvieron al barrio. Los vecinos quieren pagar y tener la luz en condiciones. Estamos esperando que el personal técnico haga el trabajo que prometieron y no con cables finos, sino con las pulgadas que corresponden», remarca De Lima.
El «enganche» provocó el incendio de una casa
Otra vecina que espera la conexión eléctrica es Nancy Gómez, con su esposo y cinco hijos. «Es muy angustiante vivir así, porque al estar enganchados cada vez que hay una baja tensión se nos quema la heladera y las otras cosas. Hace cinco años que vivo acá y el problema siempre fue la luz que también afecta la falta de agua al no poder tener una bomba».
Cuenta que cuando hay tormenta los cables se desenganchan y es muy peligroso para los chicos. «La prueba es la casa de nuestra vecina que se incendió hace unos días. Faltan los postes y el cableado, y nosotros tenemos que comprar el pilar. Estamos dispuestos a pagar; pero necesitamos que nos aseguren que van a conectar», manifestó.
La mayor preocupación de la falta de luz asociada a no tener agua, incide con la pandemia por el Covid- 19 y el dengue. Así lo expresa Mario Márquez: «Es increíble que la empresa y el Estado no tengan en cuenta que estamos en pandemia y que es muy necesario contar con los servicios básicos. En el barrio hay muchos pilares esperando. No es mucho lo que falta para que todo el barrio quede bien conectado, y paguemos nuestras propias facturas, y además así tendríamos agua», reitera.
Se queman los electrodomésticos
Todos los vecinos en el barrio Obrero están unidos en esta lucha. Fabián Texeira indicó que hace tres años espera la luz. «A nadie le gusta estar enganchado, y esa es nuestra pelea. Compré el pilar y lo único que falta es conectarnos para que se termine este padecimiento en pandemia y con estas temperaturas. Es inhumano vivir sin luz, estoy con mi esposa y mis dos hijos y no podemos tener enchufada la heladera ni nada. Pedimos la conexión y que no sigan dando vueltas; somos muchas familias», reclama.
«En nuestro caso como en el de todos los vecinos, contar con luz significa que tendremos una buena calidad de vida y además mejorará el barrio», destaca María Inés Sosa, que vive con su esposo, tres hijos y una abuela y que lleva siete años de espera.
FUENTE: PRENSA PAYS