DESAFÍO RADICAL
Si bien el Comité Provincia dispuso que no avalará otra lista que se presente con el sello de la UCR en las PASO; resolvieron conformar una propuesta alternativa.
«Coincidimos en la mirada política, en lo institucional, sobre el partido, el rol de la oposición. Y hace años compartimos trabajo politico y legislativo», señaló Anita a La Otra Campana.
Explicó también que la conformación de la lista es una respuesta a la necesidad planteada por muchxs radicales en toda la provincia.
«Es también un pedido de referentes partidarios de distintos puntos de la provincia con los que venimos trabajando hace mucho. Gustavo González demostró en su trabajo como legislador un estilo de oposición que compartimos plenamente: control estricto, limitación de poder, denuncia, propuestas alternativas. Por otro lado iniciativas para la provincia que no fueron escuchadas».
Con respecto a las restricciones impuestas por las autoridades partidarias explicó que «no hay mandato por que sería ilegal. La convención se excedió en las facultades de la Carta Orgánica partidaria y de la ley PASO».
La banca nacional
Para la diputada provincial, «luego de una tarea muy intensa, resulta un sueño proponer iniciativas a nivel nacional; donde un mayor pluralismo político permite mucho mayor despliegue. Vengo compartiendo trabajo y propuestas con muchas legisladoras radicales nacionales».
Agregó que «la hegemonía en la legisltura misionera dificulta el trabajo legisltivo. Hay una enorme tarea por delante para Misiones, porque el «misionerismo» no redundó en reivindicación. Al contrario: se cambia en cierto modo subsidios nacionales o algunos beneficios, por adhesión ciega a muchas iniciativas que perjudican al estado provincial o la gente. Desde el cierre del Palomar y los vuelos regionales, a la discriminación en energía, fletes, precio de productos regionales».
Desde su punto de vista, «Misiones tiene un desarrollo bastante ficticio: puerto sin barcos, innovación sin resultados productivos, robótica para un grupo minoritario de elite. En el fondo seguimos siendo un caso del norte: pobreza, empleo público, bloqueo a la iniciativa privada, marginalidad en acceso a energía y servicios».
