CUARENTENA EN CARPA
Hipólito Irigoyen: Una familia sobrevive en una carpa con tres hijos, entre ellos un bebé de un mes.
En inmediaciones de la zona urbana de Hipólito Irigoyen, en el barrio Ñacanguazú, vive María Emilia Delgado, 33 años, con sus hijos: Rocío, 8 años -que padece epilepsia- Luciano, 4 años y Thiago, un bebé que nació hace un mes en el Hospital Neonatal de Posadas. El jefe de familia tarefea durante la semana en busca de unos pesos para solventar a los suyos.
Desde hace más de dos meses tienen una carpa como «vivienda», después que le pidieran que desalojen una casa que les habían prestado en Jardín América.
Al carecer de recursos materiales, la vida los fue empujando a esa situación en un terreno que le cedió un pariente en el pueblo de Irigoyen.
A ese Municipio que administra Félix López (FR), la mujer fue varias veces a pedir ayuda; pero jamás obtuvo respuesta del intendente que además se niega a conformar el consejo local de la Ley de Emergencia Alimentaria, aduciendo que no necesitaba contar con las organizaciones sociales para sostener los comedores barriales, porque en su Comuna, la Dirección de Acción Social contiene «muy bien» a las familias de los sectores más vulnerados, aseveró el alcalde.
Compromiso de las organizaciones sociales
La situación de María Delgado y sus hijos es una prueba evidente de cuánto se necesita del trabajo y compromiso de las organizaciones sociales en los pueblos, porque justamente ella y sus hijos cuentan con alimentos a través del merendero que organiza el Movimiento Evita en Irigoyen.
Precisamente, el militante Diego Javier Villalba, responsable del merendero que funciona en el barrio Cristóbal Copa, fue quien puso al tanto al diputado Martín Sereno (Frente Popular Agrario y Social) sobre la situación de esta familia.»Estuvimos en Jardín América entregando insumos (500 guantes de látex y 250 barbijos quirúrgicos) al Hospital de Jardín para la prevención y cuidado de pacientes, trabajadoras y trabajadores, y uno de nuestros compañeros nos contó sobre María Delgado», subraya el legislador.
«Es inhumano como están viviendo, sin techo, sin agua, ni luz y abandonados a su mala suerte. Pidieron ayuda al intendente (Félix López); pero la única respuesta fue la insensibilidad y el ninguneo, como si la vida de los pobres no tuviera valor para algunos funcionarios», lamentó Sereno, quien ya inició gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social para conseguir recursos materiales pata construir una casa que permita que María y sus hijos y puedan salir de esa situación de emergencia social y sanitaria.
«Sólo pido que mis hijos puedan tener una casita»
María Delgado, carga con un gran sufrimiento sobre su espalda. Cuando se quedó sin la casa que le prestaban en Jardín América, y al no poder pagar un alquiler junto a su marido que es tarefero, compraron una carpa y se instalaron en un lote que les cedió su cuñado en Irigoyen. Ella estaba con un embarazo avanzado.
«Cuando nació Thiago los chicos se quedaron con mi marido en el patio del Hospital Madariaga, y después volvimos todos a la carpa. Cuando llueve con viento me da miedo que levante el plástico y vuele todo», dice mientras amamanta a su bebé.
Ante el diputado Sereno relata lo mal que están pasando, porque nadie se ocupa de ella y su familia. «No, nadie no -aclara- los vecinos y los militantes del merendero nos ayudan cuando pueden. Pero el intendente ni la gente de Acción Social del Municipio se ocupa de nosotros. Cuando termina de tarefear, viene mi marido y trae algo de mercaderías. Pero estamos muy mal, por ejemplo si llueve tengo que hacer fuego adentro, y el humo le hace muy mal al chiquito», se queja preocupada.
«Confiaba en alguna ayuda social del hospital»
La joven madre recuerda que después que nació su bebé, y antes que le dieran el alta en la Maternidad, le explicó a los médicos que estaba viviendo en una carpa, con dos hijos más y que su nena padece epilepsia. Pero no se preocuparon y la dejaron ir así, sin más.
Al tener un terreno que le cedió su cuñado, y donde ahora está asentada, pide ayuda para construir su vivienda. «Si alguien nos puede donar maderas y chapas sería muy bueno, así podemos salir de esta carpa, con el piso húmedo.
Antes estábamos en una casa que nos prestaron en Jardín; pero nos dijeron que no podíamos seguir ahí, y al no tener adonde ir, nos vinimos para acá», lamenta.
María tenía la esperanza de que en el hospital de Posadas le dieran una mano, sabiendo que estaba en una carpa. Pero los médicos no se hicieron cargo. «Todo el embarazo pasé en la carpa, me hice los controles en Jardín y me trasladaron en ambulancia a parir a Posadas, y cuando me dieron el alta volvimos a Irigoyen con mi marido en colectivo», indica.
Absoluta indiferencia del Municipio hacia esta familia
En la Municipalidad recibió la misma e insensible indiferencia. «Personalmente hablé con el intendente, y me dijo que no puede hacer nada, no le importó mi problema.
A mí me duele vivir en una carpa con mis criaturas, sin agua ni luz, Luciano mi hijo de 4 años tiene miedo a la noche y tengo que gastar aceite en un lamparuz para que él pueda dormir. A veces lloro sin que me vean porque me duele el corazón tan duro de las autoridades. Solo pido ayuda para que mis hijos puedan dormir en un colchón cuando llegue el invierno, y tengan un techo digno», reclama.También el militante del PAyS cuestiona al intendente López que habla maravillas del Departamento de Acción Social; «pero nunca vemos trabajar a su personal, y tampoco quiso conformar el consejo alimentario e incluir a los merenderos.
Nosotros fuimos a ver a llevar ropas a María y es lamentable la precariedad en la que vive. Lo poco que recibe es gracias a la solidaridad de los vecinos y vecinas», afirma.
En el merendero comen más de 30 chicos con mercaderías que provee el Movimiento Evita, y actualmente en cuarentena los padres retirar los alimentos para toda la familia.
Necesita asistencia sanitaria
Diego Villalba junto a un grupo de vecinos y vecinas sostienen el merendero del barrio Cristóbal Copa, con el Movimiento Evita. Y es ahí donde María concurre a buscar leche para los chicos, y suelen juntar ropas y algunas otras cosas para ayudarla.
«Hace aproximadamente dos meses que María vive en una carpa con sus criaturas. Con los vecinos la ayudamos con ropas, y desde el merendero le brindamos leche y facturas.
Sinceramente nos parte el corazón verla en esa carpa, sabiendo además que el intendente de Irigoyen, conociendo la injusticia que significa vivir sin los servicios básicos, pasando frío y soportando el calor y la lluvia, no hace nada por ella que sobrevive en las peores condiciones y tiene una nena enferma», indica el militante.
Reclama que en plena cuarentena con riesgo de dengue y coronavirus, ni médicos ni promotores de salud controlan como están María y sus hijos.
FUENTE: PRENSA PAYS