EL HONOR DE LA MELCHORA - La Otra Campana
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EL HONOR DE LA MELCHORA

Por ley provincial, el 6 de octubre se conmemora a Melchora Caburú, la valiente compañera de Andresito. En esta ocasión, Helga Knoll, de Misiones Cultiva, fue una de las distinguidas con el galardón. «Un abrazo colectivo para las familias que elegimos no rendirnos», expresó.

El Premio Mechora Caburú es impulsado por la Asociación Sanmartiniana de Misiones. Se estableció por ley a instancias de la actual presidenta del Ente Provincial Regulador de Aguas y Cloacas, Soledad Balán.

Distingue a mujeres que, con coraje y determinación, se atrevieron a transitar espacios históricamente considerados “impropios” para ellas, desafiando mandatos sociales. 

De los pocos registros históricos con los que se cuenta de Melchora, surge la fecha elegida para el presente reconocimiento. “Llegó a Corrientes el 6 de octubre de 1818 no por el río, sino por tierra”, precisó el historiador misionero Oscar Daniel Cantero en su texto Andresito y su Tiempo.

En los meses previos a su arribo, las tropas del Comandante Andres Guacurarí habían ingresado a Corrientes (se presume en agosto de 1818). Por su impronta y personalidad, la llegada de Melchora fue bien recibida por todas las personas. Tenía un rol como organizadora de los campamentos y una gran facilidad para calmar el ímpetu de Andresito, en tiempos muy difíciles y conflictivos.

Otros tiempos, el mismo coraje

«Viví una de esas experiencias que tocan el alma». Así lo expresó la Helga Knoll en sus redes sociales. «Recibir el Premio Melchora Caburú fue mucho más que un reconocimiento personal: fue un abrazo colectivo a todas las personas que, desde el amor, el cuidado y la lucha silenciosa, elegimos no rendirnos».

Recordó que «este camino comenzó hace más de diez años, buscando alivio y dignidad para Sofía». Se trata de su hija, para cuya enfermedad no encontraban alivio con la medicina tradicional. Incansable, junto a otras familias encontró un aliciente en el cannabis medicinal.

«Cultivar no fue fácil. A veces fue solitario, muchas veces injusto. Pero también fue una oportunidad para demostrar que el amor puede más que el miedo, que plantar una semilla es también plantar esperanza», celebró.

«Este premio es de todas las manos que acompañaron: de las que sostuvieron, enseñaron, compartieron, escucharon».

«De quienes me alentaron cuando parecía imposible, de las familias de Misiones Cultiva, de cada paciente, y de quienes creen que el cannabis medicinal es salud, dignidad y un derecho humano».

«Gracias a quienes caminaron conmigo, a quienes siguen confiando en que nadie debería ser castigado por cuidar, por plantar».

«Hoy celebro con el corazón lleno y con el compromiso intacto de seguir abriendo camino, por Sofía, por mi Familia, por cada historia, y por un Presente, donde cultivar vida sea sinónimo de libertad», concluyó.

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