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MANDIOCAZO SOLIDARIO

Por Sergio Alvez para «El Furgón»

Casi 30 mil kilos de alimentos agroecológicos viajan en estos momentos hacia Buenos Aires, provenientes desde PuertoPiray, localidad del norte misionero. Son 1163 bolsas de mandioca (de 18 kilos cada una) y 196 de batata, cosechadas por las familias que integran la organización Productores Independientes de Piray. La Unión de Trabajadores de la Tierra distribuirá la carga en su red de comedores, para paliar la situación de quienes más sufren en este contexto de emergencia sanitaria.

El itinerario de esta acción solidaria – que no es la primera ejecutada por el PIP desde que comenzó la pandemia- debe necesariamente entenderse dentro de un proceso que comenzó hace largos años, cuando las familias productoras de Puerto Piray decidieron organizarse para recuperar las tierras que la multinacional Arauco les fue arrebatando a través de décadas de negociados y saqueos.

Este proceso, derivó – en 2013- en la sanción de una ley provincial de expropiación de 600 hectáreas en favor de los campesinos de Piray. Fue la primera vez que una normativa le puso límite a la voracidad de una de las mayores empresas forestales del mundo, que sólo en Misiones ostenta más del 10% de la propiedad de la superficie total de la provincia, llegando en el caso de algunos municipios, a acaparar la tenencia del 80% de la tierra.

Tras la sanción de esta ley, la multinacional entregó las primeras 166 hectáreas. Fue allí donde el PIP comenzó a revolucionar esas tierras. Donde durante décadas sólo hubo monocultivo y agrotóxicos (pino y eucalipto), las familias “curaron” la tierra y con la asistencia de un grupo de técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar (que luego el gobierno de MauricioMacri se encargó de despedir) lograron avanzar con las cosechas de alimentos saludables y libres de todo veneno.

Hoy, existe un total incumplimiento por parte de la multinacional Arauco, en relación a las tierras que deben entregar al PIP. Todavía restan entregar 434 hectáreas y aunque no existen razones para la demora, la empresa se vale de argucias y artilugios para no cumplir la ley. Es imperante que el Estado tome cartas en el asunto de manera urgente.

“Hoy más que nunca necesitamos las tierras para seguir produciendo alimentos sanos para nuestro pueblo” afirman desde el PIP.