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UN PRESIDENTE DEBILITADO

«Me preocupa la interna en el oficialismo porque repercute en todo el resto de la sociedad argentina», expresó. «Cada vez que habla la vicepresidenta, el presidente tiene que cambiar un ministro, eso no está bueno. No da una imagen de gobierno compacto, que sabe dónde quiere ir. No genera confianza. Y esto tiene mucha importancia en la tasa de inversión».

Detalló que «si no fijamos la tasa de inversión, no podemos hablar seriamente ni de recuperación económica, ni de generación de empleo genuino. En una atmósfera de poca seriedad, nadie invierte. Ese es el problema que está atravesando la Argentina desde hace tiempo, pero profundizado ahora por las desavenencias entre el presidente y la vice».

Respecto a si se trata de un problema político o económico señaló que «es una cuestión integral. A Guzmán no se le podía pedir que haga milagros sin el respaldo político que las medidas económicas necesitan. Cuando pretendió tomar una medida, a mi criterio acertada, como la segmentación de las tarifas de energía eléctrica o de gas para subsidiar al usuario y no a la empresa, le pusieron miles de trabas, hasta por un formulario. Anteriormente había querido remover a un funcionario y no lo pudo hacer. Entiendo que es muy difícil llevar adelante algunas medidas si no tenés respaldo político. Eso creo que fue lo que precipitó la salida de Guzmán del gobierno».

«Y cuando todos pensamos que el presidente se iba a poner los pantalones y nombrar un ministro de economía, con cambios en el gabinete, ocurre todo lo contrario. Proponen una serie de nombres y la que no fue vetada por la vice es la que finalmente asume la cartera económica. No me parece que ese sea el clima que estaba esperando la gente. Es un parche. Es un presidente que está cada vez más devaluado. Quien tiene el uso de la lapicera es ella, parafraseando a la vicepresidenta», apuntó.

«El presidente dijo que por su dignidad no iba a llamarla, y finalmente terminó haciéndolo. Ese conventillo, lejos de fortalecer un frente compacto, un objetivo preciso, produce todo lo contrario. Entiendo que el presidente sale muy debilitado de todo esto».

De todas maneras, aclaró que «nosotros no formamos parte del club del helicóptero ni de los que tiran piedras. Al contrario, estamos abiertos a escuchar y a sostener la gobernabilidad a como dé lugar».

Respecto de las expresiones del diputado provincial del PRO de la provincia de Buenos Aires sobre Silvina Batakis, dijo que «Vilma Ripoll, que nada tiene que ver con Alex Campbell, dijo exactamente lo mismo. Que por primera vez, en la gestión de Batakis en la provincia de Buenos Aires no se había pagado el aguinaldo de los estatales, y que había inclumplido todos los acuerdos salariales con el sector de los docentes».

Campbell había expresado en su cuenta de Twitter que la exministra de economía durante el gobierno de Daniel Scioli «les dejó las cajas vacías». Se refirió a otro momento de tensión política, en ese caso entre la expresidenta Cristina Kirchner y el exgobernador Daniel Scioli. Por entonces el gobierno nacional demoraba el envío de las partidas como castigo al díscolo gobernador provincial.

Sin embargo, Schiavoni opinó que «podemos darle un crédito a la ministra, pero está claro que en Argentina las cosas andan cuando las impulsa Cristina, y Alberto no tiene ninguna autoridad en este momento al frente del ejecutivo».

El problema con el FMI

En cuanto a la cuestión de las posturas diversas ante el acuerdo logrado con el FMI como base de las disputas, el diputado del PRO expresó: «Yo creo que Cristina manifiesta marketineramente estar en contra del FMI, pero en el fondo sabe que tiene que lograr si o si algún tipo de acuerdo para sostener la credibilidad de Argentina en el concierto internacional. También creo que los del Fondo cuando firmaron el nuevo acuerdo con Guzmán sabían que no se podía cumplir. Ahora vinieron, se restringieron los dólares, el banco salió a comprar, se renegociaron todas las letras del tesoro, por un plazo muy exiguo porque se renegoció a septiembre. Más tarde o más temprano determina un escenario de renegociación con el Fondo».

«Y queda pendiente todavía una renegociación con el Club de París que tenía que hacerla Guzmán la semana que viene», agregó. «Pero más allá de que se imponga el cristinismo saben perfectamente que podés hacerte el loco, podés patear para adelante o no cumplir, pero en algún punto te sentás a negociar. Que es lo que eventualmente hizo Néstor Kirchner».

Lo que viene

Alfredo Schiavoni recordó que «en Misiones en 2019 en las legislativas nos habíamos impuesto a la Renovación, pero no al Frente de Todos. Salimos segundos. El año pasado, el 14 de noviembre ganamos nosotros. Juntos por el Cambio obtuvo 2 bancas, la Renovación 1 y el FdeT ninguna. Eso, de alguna manera determina un escenario bastante auspicioso».

En ese sentido, explicó que «en la provincia, estamos trabajando fuerte en los distintos ámbitos como la Fundación Alem, la Fundación Pensar y otra que auspicia Activar. Trabajamos para amalgamar ideas y planes de gobierno, y consolidar una oferta electoral que resulte atractiva para el electorado misionero».

Expresó que «nos está yendo bastante bien, con bastante aceptación. Se está viviendo cierto hastío con respecto al gobierno local».

En cuanto a la conformación de las candidaturas, indicó que «yo impulso el consenso, buscar la opción más inteligente. Pero yo no soy dueño de ningún circo, es simplemente mi visión».

Informó además en ese sentido que «también hablamos de establecer un mecanismo como en la provincia de Córdoba. Es un mecanismo de internas, hay algunas divergencias sobre si es abierta o cerrada. Otros analizan la posibilidad de evaluar mediante encuestas la fórmula de gobernador y vice. Mi opinión personal es el consenso, creo que se pueden encontrar opciones, las más ventajosas para JxC a través del diálogo y el consenso».